sábado, 8 de septiembre de 2012

justificacion del blog

Las publicaciones del blog son copias de noptas y articulos de distintos autores y de distintas fuentes. Por ahora no son producto de investigacion directa de los bloggers.

viernes, 7 de septiembre de 2012

relato de 1890 en adelante

Piriápolis en 1927

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En 1890 el visionario empresario Francisco Piria compró la estancia de doña Nícida Olivera (hija del Cnel. Leonardo Olivera) compuesta por 1.825 hectáreas.
Estaba situada entre el cerro Pan de Azúcar y la costa del Puerto del Inglés. Según los recuerdos familiares de su nieto Arturo Piria “...don Francisco habría comprado una estancia en aquella zona entonces tan apartada, con el único objeto de invertir su dinero en plantaciones de olivos, tabaco y viñas...”. Fue así que don Francisco fundó su célebre Establecimiento Agrícola (luego Establecimiento Agrícola y Balneario). Las plantaciones de tabaco fracasaron por múltiples motivos, pero en 1894 tenía en plena producción 200 hectáreas de viñedos. También realizó grandes plantaciones de árboles (eucaliptos, acacias y pinos), siendo reconocido como uno de los grandes forestadores nacionales. “...El período que va desde 1890 y 1894, es el del gran empuje inicial de la empresa. Cien obreros fueron puestos a forestar, a explotar las canteras, a plantar tabaco, vides y olivos, a elaborar vino. Otros más se dedicaron a levantar su vivienda permanente, el famoso castillo que todavía subsiste intacto, planificado según modelos europeos de otros siglos...”
El inicio y desarrollo del balneario de Piriápolis tuvo lugar con la construcción del puerto, necesario para poder sacar de la zona el granito y el mármol que se producía en las varias canteras existentes, y remitirlo a Montevideo y Buenos Aires. Fue así que por ley nacional No. 3259 de 1907 se le concedió el permiso para la construcción del puerto, el que quedó finalmente terminado en 1916. El complemento necesario del puerto  fue el llamado  “trencito de Piria”, que en un recorrido de 18 kilómetros, lo unía con la estación de Pan de Azúcar. Además de trasladar la producción al puerto, también transportaba a los turistas. 
Fue a fines del siglo XIX que Piria concibió la posibilidad de fundar un balneario que llevara su nombre. Fue así que hizo delinear las calles, construyó la rambla y  mensuró los solares. En 1905 se inauguró el hotel Piriápolis, que contaba con más de cien habitaciones con baño privado, la vajilla era de porcelana alemana y los cubiertos de plata inglesa. En 1912 se llevaron a cabo los primeros remates de solares simultáneamente en Montevideo y Buenos Aires. En 1920 se colocó la piedra fundamental  del Argentino Hotel, con la presencia del Presidente del Consejo Nacional de Administración Dr. Baltasar Brum; el que fue concluido diez años más tarde, constituyendo el establecimiento hotelero más lujoso y moderno de América.
En el folleto “Turismo en el Uruguay” se describe cómo era el balneario de Piriápolis en 1927. “…Cuando el viajero toma el ferrocarril en Montevideo para trasladarse a Piriápolis debe descender en la Estación de Pan de Azúcar, situada en el kilómetro 113. En Pan de Azúcar el viajero encuentra un servicio serio  de autos de la Empresa de José J. Fontes, empresa que posee coches chevrolet, completamente nuevos. También el viajero encuentra, a la hora de llegada del tren en verano, un ferrocarril Decauville que le lleva hasta la puerta del Gran Hotel, pasando primero por frente a los hoteles Zolezzi, Select Hotel, Hotel España y Porteño Hotel. La parada para estos últimos es en la Estación  Piriápolis que dista de pocas cuadras de dichos establecimientos.
Al salir de Pan de Azúcar  el ferrocarril hace el recorrido en forma de víbora, cruzando inmensos bosques de eucaliptus, bordeando imponentes montañas de las que se extraen preciosos  mármoles, granitos, laboritis, etc. Los principales cerros son el Pan de Azúcar y el Cerro del Inglés, cuyas alturas son imponentes y sus flancos están adornados de una vegetación completamente indígena. Piriápolis posee un excelente puerto al que llegan vapores tipo Ciudad de Montevideo los domingos, principalmente en verano, trayendo gran cantidad de turistas. La Rambla de los Argentinos. que bordea el mar desde el Puerto hasta más allá de la Avenida Artigas, es muy bonito paseo el que se ve concurridísimo a la hora del ocaso.
Piriápolis es una región que se presta ampliamente para realizar excursiones y los turistas conocedores de los lugares principales, descubren cada día algún rincón que la Naturaleza tenía escondido. Se efectúan ascensiones en ferrocarril al Cerro Pan de Azúcar, pudiendo admirarse las canteras, el viñedo y las inmensas praderas. En la cima del Cerro del Inglés está el Templo de San Antonio muy visitado por los solteros. Admirable es el paseo por la Avenida Artigas. Piriápolis posee un buen hipódromo que está situado en Punta Fría. La Fuente del Toro es también un lugar interesante que merece ser visitado. La dilatada playa de Piriápolis está cubierta de fina arenilla y es de pendiente suave, por lo tanto los niños pueden bañarse sin el menor temor de accidentes. En los salones del Gran Hotel, del Select Hotel y Zolezzi Hotel, se realizan interesantes tertulias.
Actualmente el Sr. Francisco Piria está construyendo un gran edificio para hotel, con cabida para mil personas. El Argentino Hotel, que así se llamará, está ubicado sobre la Rambla, al lado del antiguo hotel. Es de líneas severas y el viajero obtendrá en él todo el confort moderno. Amplios salones para comedor, de fiesta, de lectura, de billares, etc.
Servicio local: hay teléfono local con Pan de Azúcar. Telégrafo con todas partes. Telégrafo Nacional. Tren todos los días con Montevideo y viceversa. La carretera se halla en buenas condiciones hasta el kilómetro 105. Desde allí hasta la entrada de la posesión del Sr. F. Piria el camino es regular.
Autoridades: Capitán de Puerto: Teniente de Navío Jorge Segovia. Comisario: Clemente Hernández. Médico de policía: Dr. Roberto S. Pérez. Jefe de Correos: Sabino Fernández Chaves. Director Escuela: Srta. María L. Vásquez…”         
Respecto de los hoteles mencionados en el folleto podemos agregar que los hoteles Select Hotel (antes llamadao Miramar) y Zolezzi Hotel , pertenecían a Juan B. Zolezzi y según reza la propaganda de la época “…son los dos hoteles preferidos por los turistas, ubicados sobre la falda del Cerro del Inglés. Están rodeados de inmensos bosques, a sus frentes la playa. Canchas de tennis. Salón de Fiestas. PRECIOS SIN COMPETENCIA”.  Zolezzi también tenía un muy completo almacén, en el que vendía toda clase de mercadería (tienda, zapatería, ferretería, ropa y hasta expendía nafta).
El Hotel Porteño era de Carlos Egge, estaba ubicado a dos cuadras de la playa. Su tarifa era, a enero de 1927, para “mayores $ 2.50.- y menores $ 1.50. Servicio de Primer orden…”.
El denominado Hotel España era de Manuel Balboa, también su tarifa era. “pensión diaria desde $ 1.50 a $ 2.50. Comida de familia. La playa a dos cuadras. Panorama encantador”.
El llamado Gran Hotel es el Hotel Piriápolis que fue inaugurado el 15 de diciembre de 1905 y estaba ubicado sobre la misma rambla (en 1920 comenzó a construirse a su lado el Argentino Hotel).

piria y la alquimia, articulo en blog

El hombre, el empresario, el alquimista

Fernando Juan Santiago Francisco María Piria, hijo de inmigrantes italianos, nació en Montevideo el 21 de agosto de 1847. A los 5 años fallece su padre y su lo envía a , para que sea educado por su tío, que era monje jesuita. Regresa cuando ya tiene doce y a los 16 se enrola como voluntario en un cuartel. Posteriormente se dedica al comercio. Al principio vendía
relojes, luego sobretodos, pero el cambio comienza a operarse cuando se mete en los negocios de bienes raíces. Compraba grandes extensiones de tierra y posteriormente las fraccionaba en solares y las remataba. Para su época, tenía mucha visión empresarial. Hacía una publicidad de sus negocios mediante afiches que por lo general exageraban la nota. Como si esto fuera poco, para que la gente acudiera en masa a sus remates, les facilitaba coches de tranvías como medio de locomoción gratuito ( a veces hasta la friolera de 50 vagones), y antes de las subastas obsequiaba a los asistentes con comilonas, bandas musicales y fuegos artificiales. Para tratar de convencer a los posibles compradores, vendía las tierras a pagar a largos plazos, hasta 30 años inclusive, lo que en ese momento constituía una innovación.

No solo fraccionaba los terrenos, sino que creaba calles, manzanas y plazas. Así llegó a fundar 70 barrios montevideanos, algunos en localidades del interior y un pueblo en el departamento de Canelones (Joaquín Suárez). Posteriormente, con gran parte del dinero recaudado, se abocó a su obra mayor. Después de visitar la ribera francesa, regresó al Uruguay y compró 27 mil cuadras de terreno junto al mar, en el departamento de Maldonado y en 1890 fundó allí la ciudad balnearia de Piriápolis. Según se afirma, esta es la única ciudad en el mundo construida únicamente por un particular. Montó una impresionante infraestructura para desarrollar el turismo, que salvo él, casi nadie pensaba que pudiese convertirse en una importante fuente de recursos económicos. Construyó el puerto, lujosos hoteles, entre ellos el Argentino Hotel (el más grande de Sudamérica en su tiempo), y hasta instaló un tren que pagó de su propio bolsillo. En uno de sus habituales viajes a Europa, se llevó un puñadito de la tierra de Piriápolis y regresó de Francia con las cepas que habría de plantar. Trajo técnicos extranjeros y desarrollo la industria de los vinos, el tabaco, el aceite y sobre todo la minería, que con sus canteras de granito le aportaba interesantes ganancias. También plantó castaños y 40 mil árboles. Tenía la intención de crear una ciudad autosuficiente.

Fue co-propietario de "La Tribuna Popular", diario "socialista" que hacía la oposición al gobierno. Además de ejercer el periodismo político, publicó una serie de libros, básicamente orientados a divulgar sus ideas. En algún momento ingresó en la masonería, pero se apartó rápidamente y muy molesto cuando le pidieron que aportara dinero. A los 72 años, en un intento por quebrar la hegemonía de blancos y colorados, fue candidato del partido "Unión Democrática", pero solo consiguió 658 votos. Falleció el 10 de diciembre de 1933, a los 86 años de edad, cuando tenía en mente crear una nueva ciudad, pero esta vez en Argentina, donde poseía algunas propiedades.

A su muerte Piriá perdió el empuje que tenía y ya nunca lo recuperó. Tras una disputa, el administrador de Piriápolis asesinó al hijo mayor de Piria y posteriormente se suicidó. Según su biógrafo- el señor Luis Martínez Cherro- ellos eran los únicos que pudieron haber continuado la obra del gran empresario. Por concepto de impuestos y problemas contractuales y de herencia, el estado uruguayo se quedó con el puerto, el tren (que desmanteló rápidamente), e incluso el Argentino Hotel.


Piria y la Alquimia

La leyenda dice que Piria era un alquimista. Incluso hasta algunos bromean hoy en día afirmando que de noche aparece en su propio castillo, y que aquellos que anden por Piriápolis tal vez puedan escuchar los ladridos de su perro. Si Francisco Piria encontró o no la piedra filosofal o cosa que le parezca, no es un tema que me interese ahora. Pero de lo que no pueden caber dudas, de acuerdo a las investigaciones de su nieto, y del señor Jorge Floriano- que está preparando un libro sobre el tema- es que Piriápolis está repleta de símbolos alquímicos, dejados por su creador.

De hecho, el nombre que iba a tener en un principio la ciudad era Heliópolis(ciudad del sol), que de acuerdo a la mitología utilizada en alquimia, es el lugar donde renace el ave fénix. Floriano afirma, que con el mismo método que Fulcanelli empleó en sus libros, logró "leer" en Piriápolis los símbolos alquímicos. Estos son ostensibles en el castillo de Piria, la Iglesia, las estatuas, las fuentes, la forma física del Argentino Hotel y las ilustraciones de los vitrales. Incluso una foto aérea revela que uniendo con una línea los puntos donde se encuentran los principales símbolos, se aprecia una reproducción de la constelación de Acuario. La documentación me ha parecido de lo más convincente.

El señor Julio C. Stelardo afirma que Heliópolis es además el nombre de "un grupo muy discreto y universal de alquimistas", que ha albergado tanto a laicos como religiosos. Por esta fraternidad- afirma -habrían pasado gente como "Champegne, Swaller, Dujols, Fulcanelli, Eugene Canseillet y Don Francisco Piria."




La era de Acuario.

Piriápolis también podría ser llamada con justicia "la ciudad de Acuario", porque son varias las alusiones a este signo y, sobre todo, a la era astrológica en que estamos viviendo.

El planeta regente de Acuario es Urano y el símbolo de este planeta es una H, con un pequeño redondel en el travesaño de la misma. Viendo una foto aérea del Argentino Hotel veremos que su planta tiene precisamente esa forma.

El redondel aludido corresponde en el hotel al lugar donde está la escalera que une las distintas plantas y allá se encuentra un vitral con delfines, otro símbolo comúnmente usado para aludir a Acuario.
Por otro lado, en los jardines que adornan el frente del hotel, vemos la representación más frecuente de este signo: la muchacha con el cántaro.

Finalmente, si se toma un plano de Piriápolis o una fotografía aérea, y se unen con un trazo los diferentes puntos donde se encuentran los principales símbolos alusivos a la alquimia, nos llevaremos la sorpresa de ver que el diseño se corresponde perfectamente con el de la constelación de Acuario... Nada en Piriápolis está hecho al azar y si sabemos leerlo, todo nos indica algo.




Símbolos Templarios.

En la fachada del hotel Piriápolis que da hacia el Argentino, aún se encuentran vestigios de la vereda original, y en ella vemos varios diseños, entre los cuales se destaca la cruz templaria.

Estos diseños están realizados con piedras negras, blancas y rojas, los colores fundamentales de la obra alquímica, colores por los cuales pasa la "piedra de los filósofos" hasta convertirse en la "piedra filosofal".-

La cruz de los Templarios es un recordatorio de los orígenes del conocimiento alquímico de Piria, recibido de su tío, monje jesuíta, en Dianomarino.
También es una alusión a la fuente de la Plaza Matriz, en Montevideo, cuyos caminos de acceso, vistos desde arriba tienen el diseño de esta cruz. Piria fue el principal promotor para que esta fuente estuviera allí.



¿Un próximo cataclismo mundial?

A lo largo de toda la rambla vemos, cada tantos metros, una columnas rematadas por una esfera. Esta esfera es en realidad un mapamundi. Aunque la erosión ha hecho su trabajo a lo largo de los años, en algunas aún se aprecia el relieve con el contorno de los continentes, pero si se mira con atención, notaremos algo llamativo: no se trata de la forma de los continentes en la actualidad... ¿Error o llamado de atención?

El nieto de Piria que durante décadas estudió el simbolismo dejado por su abuelo, llegó a la conclusión de que en esas esferas están representados los continentes tal cual se verán luego de la catástrofe que sufrirá la Tierra, al llegar nuestro sistema solar al extremo de la Galaxia, hecho que se repite aproximadamente cada 12.000 años.

En uno de sus libros Piria dice: "No basta ver, hay que ser vidente". En "Lo que será mi país dentro de 200 años", escrito por él en 1898, Piria menciona varios elementos que en su época no existían y que hoy son comunes: la música funcional, el aire acondicionado, el hovercraft y hasta el fax. Algunas anécdotas contadas a este autor, confirman la capacidad de Piria de ver más allá.
Por esto vale la pena tomar en cuenta lo relativo a la futura (¿inminente?) catástrofe, pues no sólo nos alerta de ella, sino que también nos indica la zona propicia para no ser afectado.

En su investigación, el nieto de Piria descubrió que en el departamento de Rivera, al norte del Uruguay, existía un pequeño obelisco de unos cinco metros de altura que en su base tenía sólo una inscripción: PIRIA.

Se preguntó qué hacía allí, en medio del campo. Años después, en unos papeles de Piria, encontró la solución. Este obelisco marcaba el vértice superior de un triángulo cuyo ángulo derecho estaba en Piriápolis y el izquierdo en la Fuente de la Plaza Matriz de Montevideo.
Según Piria esta zona es la más segura, por su firmeza, lo que garantiza mínimos efectos ante los movimientos telúricos que se producirán en su momento.



Los grifos.

Delante del Argentino Hotel se encuentran dos figuras conocidas comúnmente como los "leones". Técnicamente, se trata de grifos, figura emblématica mezcla de león y águila, que simboliza el combate entre ambos seres,que finalmente se fusionan en uno solo: el león alado.

El león es un símbolo de lo terrenal, lo corporal, lo material, mientras que el águila representa lo espiritual, lo elevado.



Todo en la alquimia apunta al ser humano, por lo tanto este combate materia-espíritu tiene lugar en el hombre mismo, entre sus planos aparentamente irreconciliables. Pero si luego de esa lucha logra el equilibrio accede a un tercer estado de conciencia. Luego de ello, el león pierde la melena, pero gana alas. Esto nos indica que sin perder ni desdeñar el estado físico ahora puede volar por los planos superiores de la conciencia y la realidad.
Si bien las representación de este combate es entre un león y un águila, otros autores, como Cyrano de Bergerac, lo muestran como la lucha entre la rémora y la salamandra, pero el significado es el mismo.



El vitral.


El vitral que se encuentra en el Argentino Hotel, tiene, más allá de su belleza estética, símbolos con un mensaje definido en cuanto a la vida personal de cada uno. Vemos allí una fuente en cuyo pilar central hay delfines. El delfín es un símbolo del ser humano. A pesar de vivir en el agua, no es un pez, sino un mamífero, y por lo tanto, debe subir a la superficie para respirar, de lo contrario se ahoga.



El ser humano es igual: si bien vive en un entorno físico y material debe, periódicamente, subir al plano espiritual, para "respirar" de su esencia, de lo contrario también se ahoga.

Se trata de equilibrar lo físico y lo espiritual, y en ningún caso negar un plano en función del otro. Es tan negativo ser totalmente materialista como totalmente espiritual. El equilibrio es la clave de la sabiduría.

También se ve en este vitral una cascada de rosas. La rosa, tal cual la conocemos hoy, fue la creación de un alquimista sufí a partir del escoromujo, o rosa silvestre, y se convirtió en símbolo de la piedra filosofal y de cómo el alquimista puede perfeccionar a la Naturaleza. Es, además, símbolo de los deseos, y aquí, al estar encadenadas, Piria nos recuerda que tenemos que saber encadenar nuestros deseos. Nadie logra una meta de buenas a primeras y generalmente nos ponemos sub-metas en camino a la meta principal. Pero no solamente debemos encadenar y organizar nuestros deseos, sino que también debemos desechar todos aquellos que no sean compatibles con la meta y nos puedan desviar de ella. Una buena lección que Piria sin duda supo llevar a la práctica en todo lo que hizo.



Las fuentes del toro y de Venus.


La estatua del toro, ubicada en el cerro del mismo nombre, es un símbolo de la primera operación de la alquimia: "extraer el agua de la piedra", operación que desconcertó a muchos estudiosos a lo largo del tiempo.
Yo personalmente la he visitado cuando niño



Si bien tiene implicancias concretas en la alquimia química, en el aspecto personal significa la extracción del cuerpo astral - o cuerpo sutil - que se halla encerrado en el cuerpo físico. A este cuerpo se lo simboliza como el "agua" y es con esta agua que luego hay que lavar y blanquear la "piedra", para purificarlo.

El toro es un símbolo del cuerpo físico y al echar agua por la boca alude a la operación mencionada.

Pero: ¿cuándo es el momento más propicio para realizar esta operación? ¿En qué momento la propia naturaleza nos ayuda a ello? La clave se encuentra en la fuente de Venus, que Piria colocó no lejos de la del Toro.



Venus es el símbolo de la primavera, la época en que la tierra reverdece y se regenera. Los textos dicen ante esta primera operación alquímica: "Que los astros y Venus y la Diana creciente te sean propicios": refiriéndose a la estación primaveral y a la luna creciente. Siendo éste entonces el mejor momento para extraer el agua de la piedra.




La iglesia.


La Iglesia de Piriápolis, ubicada en la ruta que une el balneario con la ciudad de Pan de Azúcar, fue diseñada por el propio Piria, financiada por él y donada a la Curia... pero ésta nunca la aceptó, por lo cual jamás funcionó como iglesia y tuvo, a lo largo de los años, usos diversos y nada religiosos. Hoy está casi en ruinas.



La razón por la cual la Curia no quiso aceptarla, fue que Piria la diseñó según las antiguas "Leyes de Indias", y por lo tanto se orientaba al Este, a la salida del sol, además de tener varios símbolos alquímicos en su diseño original. Si bien la Iglesia como institución conoce muy bien - sobre todo en las altas esferas - lo que es la alquimia, no lo reconoce abiertamente y aceptar la iglesia tal cual estaba era una forma de reconocimiento que no se podía permitir.

Según sus papeles personales, Piria la había diseñado de tal forma que, el día del equinoccio de primavera, un rayo de sol atravesaría determinado punto del vitral que adornaría el rosetón frontal y el rayo de luz iluminaría un punto del altar donde él dejaría un poco de "polvo de proyección" - la sustancia final que permite hacer las trasmutaciones - para que quien la descubriera, pudiese comprobar la realidad de la alquimia.

Esto coincide con la tradición mencionada por Fulcanelli en "El misterio de las catedrales": dejar una prueba material de que el alquimista logró su propósito. Finalmente Piria dejó la prueba en su escritorio de La Industrial... como un pisapapeles, el que tiempo después fue descubierto por su nieto.



El castillo.


El castillo fué construído en 1897 por el ingeniero Aquiles Monzani, sobre diseño del propio Piria. Verdadera "mansión filosofal" al decir de Fulcanelli, hoy es un pálido reflejo del esplendor que tuvo en su época.



Buena parte de los símbolos han desaparecido. La avenida de acceso estaba flanqueada por estatuas de deidades griegas que representaban a los planetas y los metales de la alquimia. La fuente consagrada a Neptuno con su estatua correspondiente, fue destruída: aquí se mostraba la vía utilizada por Piria en sus trabajos alquímicos: la llamada "vía húmeda", la cual dura exactamente un año, el tiempo que vivió Piria permanentemente en el castillo: una vez lograda su meta no volvió más a él y se alojaba en alguno de sus hoteles. El subsuelo, donde se encontraba su laboratorio fue tapiado.

La habitación superior del castillo era utilizada como lugar de meditación y para sus proyecciones astrales en el tiempo y en el espacio.
En el interior del castillo llama la atención una puerta puesta sobre la pared: aparentemente no conduce a ninguna parte, pero en realidad es un recordatorio de que las puertas a otros mundos están en éste y que hay que tener la suficiente atención para "verlas".

Los perros ubicados frente a la puerta principal son lebreles, perros de caza, y entre sus patas tienen el morral y una liebre muerta. La liebre, en alquimia, es el símbolo de la "materia prima", también conocida como "mercurio".



Ambos nombres denotan algo difícil de agarrar, algo evasivo. Sin embargo, los perros lograron darle caza, lograron "fijar la materia". Y la clave de esto está en la que fuera la ubicación original de estos perros: en la puerta de las caballerizas del castillo, pues es allí donde se encuentra el material necesario para la fijación mencionada...

Otro símbolo importante son las figuras que coronan las columnas de la entrada. Dos dragones entrelazados formando una X. La equis es el símbolo del fuego, elemento fundamental en la consecución de la Gran Obra. Estas figuras surgen de entre hojas de acanto al extremo de las columnas.

La columna representa el tubo de ensayo. Cuando se pone la materia prima al fuego en el tubo de ensayo, ésta cristaliza y sus cristales, vistos al microscopio, se asemejan a las hojas de dicha planta.

Aquí hablamos de alquimia de laboratorio, y a quien tenga conocimientos profundos de química le resultará sencillo identificar esta materia, mencionada en los textos con infinidad de nombres pero jamás con el verdadero.

En lo que fueran los jardines del castillo, aún se conservan varios copones en los que aparece una figura que parece ser la del "diablo", sin embargo se trata de Bafonet, figura emblemática de los Templarios que, malinterpretada, diera pie a la acusación de que adoraban a Satanás y por lo cual terminaran injustamente en la hoguera. Sobre la derecha del castillo, Piria plantó varias yucas africanas, que solamente crecen allí. Intentos de transplantarlas a otro lugar han fracasado. La razón es que no se trata de yucas comunes, pues Piria las trató con la llamada "piedra vegetal" -otro de los productos derivados de la piedra filosofal- que permite la perfección de toda especie vegetal.



El palacio.


En 1915 Piria adquirió en Montevideo, el terreno donde levantaría su Palacio, diseñado por él y encargado al arquitecto Camilo Gardelle, egresado de la Escuela de Bellas Artes de París.

A diferencia de la austeridad de su castillo, el palacio rebosa arte por todos los costados, además de ser también un libro abierto en cuanto a la simbología alquímica.
Sede de la Suprema Corte de Justicia desde 1954, en que lo adquiere el Estado, el edificio fue declarado, en 1975, Monumento Histórico Nacional, lo que ha garantizado su perfecta conservación.

Ya en la entrada del palacio encontramos un símbolo importante en los dos vasos que flanquean la puerta: son los llamados por Fulcanelli "vaso natural" y "vaso del Arte". Es una alusión al cuerpo físico, tal cual lo crea la Naturaleza, y al cuerpo perfeccionado tal cual lo crea el Arte alquímico.
Sobre la fachada que da a la Plaza Cagancha, las ventanas del sótano están adornadas con rosas, dando a entender que la base, el fundamento de todo lo que hizo Piria fue la alquimia, sobre todo en el aspecto filosófico y vivencial.

La verja que rodea al palacio está coronada en cada uno de sus pilares por una rosa, pero esta vez en capullo.
Es un símbolo de la esperanza y del hecho de que siempre lo mejor está por venir, a pesar de las apariencias. Poca gente sabe que el momento más oscuro de la noche no es a las tres de la madrugada ni en la medianoche misma, sino un momento antes de empezar a clarear.
La naturaleza nos indica así que no hay que desesperar, y que cuando estamos en la oscuridad más oscura (llamada la "noche del alma"
, en realidad la luz está cerca.
Paciencia y esperanza, pues, van de la mano y así lo positivo no se hará esperar.



Bueno eso es todo por ahora, si quieren saver mas de estos temas unanse a mi comunidad





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nota periodistica sobre Piria y sus comienzos

Francisco Piria: vida y obra de un pionero que construyó su propia ciudad


04.07.2008 | 18.15



Empresario, comerciante, emprendedor, creador y tal vez alquimista; pero además blanco, socialista y conservador, en distintos tiempos y ¿por qué no? a la vez. La vida y la obra de Francisco Piria, primero, en entrevista con Pablo Reborido y luego en Tertulia con Alberto Volonté, Carlos Maggi, Carmen Tornaría y Mauricio Rosencof, desde el Argentino Hotel de Piriápolis, la colosal obra que inauguró cuando ya había construido la ciudad, el puerto, su castillo y llegaba a cumplir los 83 años.



Francisco Piria: vida y obra de un pionero que construyó su propia ciudad

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(Emitido a las 9.25)
EMILIANO COTELO:
Les proponemos sumergirnos en algunos detalles quizás no muy conocidos de la vida de Francisco Piria.
Nació en Montevideo en 1847. A fines del siglo XIX, cuando tenía 45 años de edad, compró 2.700 hectáreas de tierra que iban desde el cerro Pan de Azúcar hasta el mar. A partir de entonces, convencido de las bondades paisajísticas del lugar, se lanzó a una carrera vertiginosa por hacer de esta zona del departamento de Maldonado un centro turístico regional, y para ello construyó una rambla de siete kilómetros, un puerto, un circuito ferroviario y su propio castillo. Además, hizo una campaña publicitaria en Buenos Aires, para la cual invirtió 15.000 pesos oro. Así, se creó la ciudad que en adelante llevaría su nombre: Piriápolis.
Francisco Piria, o si prefieren mencionarlo por su nombre completo, Fernando Juan Santiago Francisco María Piria Grossi, fue todo un pionero que ya sobre el final de su vida, en 1930, terminó dejando en funcionamiento la que probablemente sea su obra más emblemática: el Argentino Hotel de Piriápolis.
Pero ¿quién era Francisco Piria? Antes de detenernos en su legado, en su obra, les propongo averiguar qué había en este hombre que cuando estas tierras eran campo pelado imaginó Piriápolis y tuvo la capacidad de construirla.
¿Quién era este emprendedor colosal que se propuso una ciudad autosuficiente y la llevó adelante en todas sus dimensiones? ¿De dónde había obtenido la fortuna que invirtió en este proyecto? ¿Qué había hecho antes? Para saber sobre estas y otras cosas, estamos con el profesor Pablo Reborido, que es docente de matemáticas, pero además se ha dedicado a investigar la vida de Francisco Piria y la historia de Piriápolis.
En general, todos hemos oído hablar sobre su obra, pero ¿quién era Francisco Piria en sus comienzos, en su juventud?, ¿a qué se dedicaba?
***
PABLO REBORIDO:
Tenemos la fortuna de que Piria escribió muchísimo y no es necesario ir muy lejos, basta con ir a sus folletos o a la prensa. Sobre su infancia, él relata que en 1853, cuando tenía seis años –cuando el país salía de la Guerra Grande– fue enviado por sus padres a estudiar a Génova, a la ciudad de Diano Marino, muy próxima a Génova, donde habían nacido sus padres. “En ese momento mi familia estaba en un estado de bienestar y holgura”, contó Piria.
EC - Ya venía con un patrimonio de atrás.
PR - El padre era piloto mayor de la flota francesa en el Río de la Plata.
Ni bien llegó a Italia, con seis años, murió su padre. En 1857, cuando se estaba educando en Génova, murió su madre durante la epidemia de fiebre amarilla. Y en agosto de 1860, antes de cumplir los 13 años –contado por el mismo- se embarcó para Montevideo porque, como hijo de italianos nacido en el exterior, “tenía que enrolarse en el ejército”. Ese agosto de 1860 se embarcó en el velero Roca, que entró a puerto en Montevideo en octubre de ese mismo año.
Y ese niño que se había ido con una familia en una buena posición económica, se encontró al regresar, con que, como dijo, “solo quedaba en pie la casa paterna, y los menores –él y su hermano– fuimos vilmente saqueados”.
EC - Tuvo que empezar de nuevo.
PR - Tuvo que empezar de nuevo. Hay anécdotas que lo muestran trabajando, ayudando a las personas a la llegada de la diligencia del interior a llevar las valijas, etcétera, pero el primer registro que tenemos de una actividad laboral es como peón rural en el valle Fuentes, en 1862. Y también está registrado que en 1863 se presentó en el Batallón 3º de Guardias Nacionales, al mando del capitán Moratorio, de esta forma: “Soy blanco y vengo a defender a mi partido”. Era un chico de 16 años y no lo querían enrolar en el ejército, pero ante la insistencia y con esa presentación lo aceptaron.
EC - Hay sonrisas en la sala…
MAURICIO ROSENCOF:
Hacia Volonté, pero después terminó escribiendo un libro que se llamó “El socialismo triunfante”. Siempre hay un roto para un descosido.
ALBERTO VOLONTÉ:
Siempre en la vida hay que ir a las fuentes, y él empezó diciendo “soy blanco”; después vendrían otras cosas.
MR - La gente evoluciona.
CARLOS MAGGI:
¿Por qué discuten tanto sobre uno de los tipos más conservadores que ha habido en el país?
AV - De repente es porque él se proclamó socialista.
CARMEN TORNARÍA:
No, eso fue en el período en el que se declaró blanco.
MR - La gente evoluciona.
AV – Pero la raíz no se cambia.
MR - Dijo que era blanco para conseguir un trabajo.
[Risas]
AV - No teníamos tanta importancia en esa época.
EC - ¿Cómo apareció el Piria emprendedor, el Piria empresario?
PR - Nos ubicamos en 1863. Esos son los dos únicos trabajos remunerados que se le conocen. Después ya lo vemos como empresario independiente. En 1867 tenía una tienda de remates de objetos varios nuevos, no se vendía usado. En lugar de vender, remataba.
MR - Los Remington.
PR - Eso fue posterior, en 1877.
Si aparecía un criollo adinerado, Piria sacaba a la venta bombachas o botas; si aparecía un citadino, sacaba relojes. Las promociones eran muy interesantes porque los relojes eran garantidos “hasta que se rompan”, “acá no se engaña a nadie”.
EC - Siempre se ha destacado la creatividad que tenía para la propaganda, para la publicidad, para el marketing.
PR - Promocionaba una yerba que no contenía “precipitatum rojum arenisca” o algo así; que en realidad no era nada, era simplemente para marcar algo: como la yerba de él no lo tenía y las otras sí, entonces eran malas. Ese negocio de Piria, que se llamaba La Exposición Universal, estaba ubicado en el arco de lo que era el Mercado viejo, que no es el Mercado Central viejo –que fue posterior-, sino el Mercado Viejo que estaba al lado de la puerta de la Ciudadela.
MR – Que después se incendió.
PR - El 16 de febrero de 1870 se produjo el incendio más pavoroso que conoció Montevideo, por el cual ardió gran parte del Mercado, incluido el negocio de Piria. Era notable cómo traían el agua desde el puerto en cadenas humanas, sobre todo con los marineros de toda la flota que estaba anclada en ese momento.
EC - Después se destacaría como rematador de solares, de terrenos, porque sería además un creador de barrios, en Montevideo y fuera de Montevideo.